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En este segundo episodio, tres mujeres líderes compartieron sus experiencias y desafíos en
el camino profesional, incluyendo las barreras y sesgos que tuvieron que superar.
En un contexto donde persisten desafíos en la lucha por la igualdad de género, las mujeres
se enfrentan a diversas barreras en su desarrollo profesional. Desde la desigualdad salarial hasta
los prejuicios arraigados, estos obstáculos que dificultan el progreso en el ámbito laboral y limitan
su participación en roles de liderazgo.
Con el objetivo de reflexionar y repensar la visión tradicional vinculada al género, McDonald´s decidió lanzar un vodcast de cuatro episodios vinculados a las barreras simbólicas que enfrentan diariamente
las mujeres a la hora de buscar trabajo y desarrollarse profesionalmente.
En el segundo capítulo «Techo de cristal», se debatió temáticas vinculadas al género y se analizó cómo
ir hacia la eliminación de las barreras laborales que tienen que sortear las mujeres a la hora de desarrollarse profesionalmente, en donde participaron la host Andy Clar, escritora, y las invitadas Isela Costantini, CEO de Grupo ST; Connie Ansaldi, CEO y Fundadora de CUX; y Magdalena González Victorica, CTO Arcos Dorados.
«Yo siempre digo que lo difícil no es romper el techo de cristal sino las mentes de cemento. A todas nos ha tocado luchar contra los condicionamientos de ´esto no es para vos´», comentó Ansaldi.
Y explicó que en su caso fue muy difícil estar al frente de una empresa tecnológica debido al sesgo de género que experimentó. «Solo el 7% de mujeres en el mundo están al mando de una empresa de este nicho».
Este desafío de género en el trabajo no solo impacta a las mujeres, sino que también afecta a las empresas. La discriminación de género puede obstaculizar la diversidad y la inclusión en el lugar de trabajo, lo que a su vez puede afectar negativamente la productividad y la reputación de la empresa.
Como señala Costantini, en muchos entornos laborales, los hombres pueden sentirse incómodos al enfrentar la posibilidad de ser reemplazados por una mujer.
Y destacó que a menudo la barrera no es externa, sino que reside en la mentalidad de las personas y en los estigmas autoimpuestos sobre el crecimiento profesional de las mujeres. Es fundamental desafiar estas
percepciones y promover una cultura laboral más inclusiva y equitativa.
González Victorica, por su parte, coincide en que el «techo de cristal» está más relacionado con el entorno que con habilidades individuales. Y explica cómo el panorama laboral ha cambiado en las últimas décadas, con la presencia constante de mujeres en entrevistas laborales, una tendencia que era
poco común hace años.
«Hoy en las entrevistas laborales hay siempre mujeres candidatas y eso hace veinte años no existía. También es el techo que nosotras mismas nos ponemos. Tenemos que mostrar que se puede», aseguró la representante de Arcos Dorados.
Una de las mayores dificultades que presenta el crecimiento profesional de la mujer es la decisión de optar por la maternidad. A menudo, se encuentran ante el desafío de equilibrar sus aspiraciones laborales con el deseo de formar una familia.
Constantini contó su experiencia respecto a un ascenso que le iban a otorgar: «Me había enterado de que estaba embarazada hacía dos días. Cuando me contaron sobre la promoción les tuve que decir. Me pidieron que no dijera nada. Estuve seis meses ocultando la panza. Hasta que mis compañeros me
dijeron que ya se habían dado cuenta».
En relación a esto, Ansaldi subrayó la importancia de que las empresas brinden apoyo durante las diversas etapas que enfrentan las mujeres, como el postparto o la menopausia. «Es alentador ver que en el ámbito laboral se está abordando este tema con mayor frecuencia», afirmó.
Por su parte, González Victorica compartió la experiencia de Arcos Dorados en la lucha contra las barreras laborales de género. «Contamos con un Comité de Igualdad e Inclusión y una Red de Mujeres, pero reconocemos que todavía queda mucho por hacer en este camino hacia la equidad», concluyó.