Dirección:
Florida 520, C1005AAL, C1005AAL Cdad. Autónoma de Buenos Aires

Horarios de atención:
Lunes a viernes: 7AM - 7PM
Sábados: 10AM - 5PM

CUANDO LA NOTICIA SE VUELVE VIOLENCIA: SISTER HONG Y EL PERIODISMO TRANSFOBICO

En las últimas semanas, el caso conocido como “Sister Hong” estalló en las redes sociales y portales de noticias de todo el mundo. La historia parecía reunir todos los elementos para generar impacto: un hombre detenido en China acusado de grabar y comercializar material íntimo de cientos de personas sin su consentimiento, un delito gravísimo que vulnera derechos básicos de privacidad.

Sin embargo, lo verdaderamente preocupante no es solo el hecho en sí, sino el modo en que la noticia fue presentada. Gran parte de la cobertura mediática eligió enfocarse no en la violencia del delito cometido, sino en la apariencia del acusado. Titulares que destacaban que “se vestía de mujer”, que “usaba busto falso”, que “se maquillaba y usaba filtros”. Incluso se difundieron emojis morbosos y comentarios que rozan la burla.

La pregunta inevitable es: ¿qué se busca subrayando esos detalles?

La respuesta es clara: se está construyendo una imagen transfóbica que desvía la atención del delito real y alimenta estereotipos dañinos.

La vieja fórmula del odio

La figura del “hombre disfrazado de mujer para engañar y delinquir” no es nueva. Se trata de un recurso discursivo que históricamente se utilizó para criminalizar a las personas trans y travestis, presentándolas como amenazas para la sociedad. En este caso, se recurre a esa fórmula para sembrar miedo y morbo, disfrazando transfobia de alarma pública.

No hay ninguna confirmación oficial de que el acusado sea una persona trans. Sin embargo, el enfoque mediático refuerza la idea de que las identidades trans son engañosas por naturaleza. Es un relato peligroso que nada tiene que ver con el proceso judicial en curso, pero que sí tiene consecuencias concretas: más discriminación, más prejuicios, más violencia cotidiana.

 “El delito es grabar y vender material íntimo sin consentimiento.
No es el género que alguien exprese.”
— Eva Gabriela Serrano, Presidenta de la Fundación La Fortaleza de Eva´S

Desinformación que lastima

Cuando los medios transforman una noticia en un espectáculo, se pierde el eje de la discusión. En vez de hablar del impacto que tiene para las víctimas la difusión no consentida de material íntimo, se discute la apariencia del acusado, como si maquillarse o vestirse de determinada manera fuese parte del crimen.

De esa forma, la cobertura termina validando un mensaje peligroso: que la identidad de género puede ser usada como un agravante mediático, como si fuera algo sospechoso en sí mismo.

Lo que está en juego

En Argentina y en gran parte del mundo, las personas trans y travestis enfrentan una violencia sistemática que se manifiesta en la exclusión laboral, en el hostigamiento escolar, en la dificultad para acceder a la justicia y en la discriminación diaria. Por eso, cada vez que un medio reproduce estos estereotipos, no solo informa mal: pone vidas en riesgo.

Porque cada titular transfóbico legitima el rechazo social. Cada meme que se viraliza normaliza la burla. Y cada vez que se asocia la expresión de género con la criminalidad, se le da un nuevo argumento a quienes impulsan leyes y prácticas anti-LGBT+.

La verdadera noticia

Desde la Fundación La Fortaleza de Evas lo decimos sin rodeos:

Vestirse, maquillarse o usar filtros no es delito.

Ser trans no es delito.

Grabar y difundir material íntimo sin consentimiento, sí lo es. La cobertura responsable de un caso como este debe centrarse en la violación a la privacidad, en la magnitud del daño causado a las víctimas y en la necesidad de sancionar al responsable. Todo lo demás es ruido, morbo y violencia disfrazada de periodismo.

Comparte en tus redes

Deja una Respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *